En la víspera de San Juan, me gusta buscar y recolectar las hierbas para sumergirlas en agua y que nos purifica, protege y cuida, cuando nos lavemos la cara en la mañana, después de estar al rocío de la noche.
El agua está fresquita y huele fenomenal con las hierbas y flores que hemos dejado en esta noche mágica.
Al igual que hacer la hoguera o disfrutar de alguna de las muchas que se hacen, son costumbres que recuerdo desde pequeña y nos gusta disfrutarlas cada año.
Flores al sereno las llamaba una tía de mi padre.
ResponderEliminarEs una noche de rituales y magia.
Besitos